Una vez trabajé y viajé en Vancouver. Mi adicción a los viajes significó que nunca antes había tenido muchos ahorros. Así que tuve que tener mucho cuidado con cómo gastaba.

Comía en casa la mayor parte del tiempo o salía de picnic con amigos. Vivía de pan de masa madre, mantequilla de anacardo, tortillas y Tim Tams (galletas de chocolate australianas).

Menos de un mes allí, me enamoré del par de botas más exquisito de una zapatería, Fluevog. El hermoso cuero marrón suave se aferraba a mis pantorrillas oh tan elegantemente. Un tacón pequeño pero práctico. “Los viejos amigos son buenos amigos” en cursiva decía la inscripción en la suela.

Tantos detalles pequeños y únicos que me hicieron susurrar «Quiero esto» incluso cuando mi mente me decía que $ 500 por un par de botas no encajaban en mi presupuesto. Ni siquiera tenía trabajo todavía. La maldita conversión del dólar australiano a dólares canadienses no me ayudó mucho. Y sabía que, por mucho que me encantara, no lo usaría lo suficiente como para que valiera la pena en este momento. Estas no eran las botas de todos los días.

Por supuesto que lo compré.

Bueno, me comprometí un poco al ponerlo en reposo. Y me dije a mí mismo que lo usaría durante años, así que valdría la pena.

Apuesto a que tú también has hecho esto. Compró esa cosa que sabía que no debía y no podía pagar, pero era demasiado bueno para darle la espalda. Entonces lo tienes.

No te sientas mal. Es lo que hacemos muchos de nosotros. Según el profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, Gerald Zaltman, el 95% de la cognición proviene de nuestra mente inconsciente . De nuestras emociones, sentimientos y creencias. Pero usamos la lógica, nuestra mente consciente, para respaldar nuestras decisiones.

Por eso no basta con exponer los beneficios de un producto o servicio. O escribir titulares insulsos.

Así como no compramos basándonos en la lógica, la gente no lee basándonos únicamente en la lógica. Podemos mejorar nuestros titulares usando palabras que desencadenan emociones y sentimientos. Palabras que desafían o conectan con las creencias de una persona.

Un ejercicio que solía hacer con regularidad para comprender los titulares era elegir un titular y decidir por qué era popular. Descubriría qué sensación me provocaba o qué me atraía.

A continuación, presentamos algunos:

• Curiosidad: deshazte de tu amigo cabrón: un truco de vida para hombres que quieren ser feministas
• Codicia: ¡Piense y hágase rico!
• Sorpresa: ¿Quién ha oído hablar de una mujer que pierde peso y disfruta de 3 deliciosas comidas al mismo tiempo?
• Desafío: 3 formas de seguir escribiendo cuando no tienes ganas de escribir
• Malestar: Soy el africano sin nombre de tu última publicación de Instagram
• Controversia: detente, nadie va a ser tu mentor
• Revelación: Confesiones de un diseñador defectuoso
• Informativo: Cómo evolucionaron las aves urbanas para ser más inteligentes que las aves rurales
• Perspicacia: tengo 36 años y me acabo de dar cuenta de una verdad eterna que me perdí todo este tiempo
• Iluminación: Conclusión sobre los suplementos dietéticos
• Voyeurismo: un tipo diferente de abuso
• Empoderamiento: Acepte el malestar. Su crecimiento personal a largo plazo depende de ello
• Útil: 5 hábitos positivos para un rápido crecimiento personal
• Diversión: una carta de ruptura a mi dieta
• Entretenimiento: Dentro de las fiestas subterráneas secretas más locas del Área de la Bahía
• Triumph: ¡Se rieron cuando me senté al piano pero cuando empecé a tocar!

Muchos artículos se basan en estos 16 tipos de titulares y nosotros también podemos usar los mismos enfoques para nuestros titulares, sin importar el tema.

¿Cómo?

Por las palabras que usamos.

Las palabras son poderosas. Dan la sensación de sus titulares. Sabor. Sentimiento negativo o positivo. Clic instantáneo.

Aquí hay 320 palabras para infundir sabor y sentimiento en sus titulares (incluidos más ejemplos de titulares reales).

320 palabras de título (incluidos títulos reales)

Curiosidad

Ejemplo de título: 8 historias de emprendedores extravagantes para inspirar el éxito de su propio negocio